Cuenta la leyenda que existe un bosque encantado en la cima de una montaña. Detenido en el tiempo de más de 30 mil años, sus copas juegan con las nubes revoltosas que lo cuidan y protegen.

Sus troncos y ramas envuelven el secreto de la vida eterna y desde lo alto puedes ver como el mar va creando la niebla que lo cubre y lo nutre.

Lo habitan seres únicos y protegidos. Han hecho de él su hogar. Y puedes observarlos mientras caminas por senderos que te transportan a la verde magia de la naturaleza.

Para llegar a él, debes pasar por paisajes sorprendentes, donde los arbustos emergen del secano, el sol se eleva en lo alto y muestra los colores cálidos de sus paisajes.

A un costado lo baña un río majestuoso, que avanza nítido y claro por serpenteantes laderas para desbordarse al mar. Allí donde la arena blanca cubre suavemente la orilla de un mar azul y generoso.

Aquí, verás volar las aves de los humedales. Y en un escenario sorprendente te podrás encontrar con cabras que han llegado a la costa azul en su peregrinar desde las montañas.

Muchos han tomado las rutas que conectan las maravillas naturales para llegar a este bosque escondido. Por los cerros han ido trazando los caminos descubriendo a su paso, la verde esencia de valles enigmáticos.

Otros se han lanzado en su búsqueda desafiando la velocidad del viento en la cara y cruzan llanos para ir a su encuentro.

Esta reliquia natural solo es posible descubrirla en un lugar del mundo: Limarí, donde el bosque de las nubes guarda su reino.